Seguramente te hayas dado de alta muchas veces en un gimnasio o habrás salido a correr por tu cuenta con un objetivo más o menos exigente con la idea de mejorar tu estado de forma. Posiblemente en poco tiempo te habrás dado cuenta que los resultados no llegan, vas perdiendo la motivación, olvidando cual era tu meta, por qué empezaste y finalmente lo dejes, puede que en este proceso, además te lesiones o pierdas la salud.
Se puede pensar que contratar los servicios de un entrenador personal es patrimonio de atletas de élite o estrellas de cine. Pero de forma similar a la medicina la realidad es que la selección y dosis de ejercicio, debería ser pautada por un profesional ya que es el medicamento más potente que existe. ¿Irías al médico a que te pautara la medicación y te hiciera controles periódicos para concretar tus necesidades o crees que es mejor auto medicarse?